Description
Esta fascinante litografía captura un episodio ingenioso y revelador de la personalidad de Cristóbal Colón, en el que supo dejar sin palabras a aquellos que envidiaban su audaz hazaña. A lo largo de su carrera, como suele ocurrir con los grandes, Colón enfrentó a detractores que afirmaban que su descubrimiento no había sido nada más que un hecho sencillo.
Un día, para demostrar que lo que parecía fácil requería ingenio, propuso a sus críticos el reto de lograr equilibrar un huevo por su punta. Mientras ninguno de ellos pudo hacerlo, Colón, con un simple golpe que enderezó la cáscara, dejó claro que el truco estaba en saber cómo abordar los problemas. “Nada hay más fácil”, comentaron los asistentes, a lo que él replicó con seguridad: “No lo dudo, pues así es como descubrí Las Indias”.
Este episodio, además de poner en evidencia la astucia del navegante, refleja cómo aquellos envidiosos fueron, con el tiempo, superados por el reconocimiento real. Los monarcas, Fernando e Isabel, le otorgaron más tierras y honores, impulsándolo a volver a América, descubrir un nuevo continente y culminar una carrera tan brillante como inolvidable.
Una pieza imprescindible para coleccionistas y amantes de la historia, que inmortaliza no solo el genio de un explorador, sino también el triunfo sobre la incredulidad y la envidia.
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